AVE
Viajar hasta Madrid en ferrocarril es un 250% más caro que hace tres años
El aumento de tarifas y la carencia de bonos obligan a muchos a optar por el autobús.
JESÚS MORALES. Madrid | "En 2003, ir y volver a Madrid me costaba 28 euros. Ahora, desde la puesta en marcha de la alta velocidad, pago 70. No hay ningún político que me pueda explicar por qué tengo que pagar 42 euros de más cada vez que quiero ir a mi casa utilizando el tren". Así explica un zaragozano, Sergio Arruga, cómo el precio de ir y venir de Madrid a Zaragoza en ferrocarril casi se ha triplicado en menos de tres años.
El aumento de las tarifas, la eliminación de los bonos de descuento y la falta de alternativas en la red de ancho ibérico ha supuesto que muchos aragoneses que viven en Madrid hayan cambiado sus hábitos de viaje y hayan tenido que optar por el autobús. Eso sí, al menos el servicio se ha mejorado notablemente: el trayecto que antes costaba al menos tres horas, hoy cuesta una hora y 45 minutos. Y casi siempre sin retrasos.
La considerable diferencia de precios se debe a dos aspectos. Por una parte, han desaparecido los bonos de la línea. Por la otra, Renfe ha retirado de la línea los Intercitys y sólo queda la opción de tren a precio AVE o servicios regionales.
Pero la posibilidad del regional es poco operativa, ya que sólo presta un servicio durante el día y presenta tiempos de viaje y horarios escasamente competitivos. En estos últimos años, lo único que no ha cambiado en la línea Zaragoza-Madrid es la existencia de dos nocturnos, el TrenHotel y el Costa Brava, que siguen prestando sus servicios con unas tarifas de casi 30 euros el billete.
Adiós al bonocity
Los descuentos que ahora se aplican para ir a Toledo o para hacer el trayecto Sevilla-Córdoba o Madrid -Málaga no son una novedad para el Ministerio de Fomento. El anterior Gobierno del PSOE determinó crear un bono similar para el trayecto Zaragoza-Madrid.
El bonocity ofrecía la oportunidad de comprar un bono de cuatro viajes por un precio fijo: empezó siendo 36 euros en total los cuatro trayectos y llegó a subir hasta 55 euros. Ahora, un billete sencillo en esta línea cuesta 44 euros. Y hacer cuatro trayectos (dos idas y vueltas) cuesta como mínimo hasta 140 euros. Esta diferencia de precios ha hecho que mientras antes viajaban un buen número de jóvenes y estudiantes en la línea, ahora el perfil es más empresarial y profesional. Además, ya no se ven apenas familias.
Los descuentos desaparecieron meses antes de la llegada del AVE. El ministro de Fomento de entonces, Francisco Álvarez Cascos, del Partido Popular, consiguió traer la alta velocidad, pero, a cambio, subió considerablemente los precios. El ahora secretario de Estado de Infraestructuras y entonces diputado de la oposición, Víctor Morlán, pidió a través de una iniciativa parlamentaria un sistema de bonos descuento como el que se implantó con uno de los Ejecutivos de Felipe González.
Le siguió muy de cerca otro dirigente del PSOE aragonés, que preguntó al Gobierno del PP sobre sus "previsiones en orden a compensar el encarecimiento del precio de los billetes con algún sistema de bonificación similar al del bonocity". Ahora, se da la circunstancia política de que los responsables de dar solución a este problema son los mismos que lo llevaron al Congreso y al Senado en 2001 exigiendo una rápida solución para los usuarios del tren.
Hasta la llegada del AVE, había registrados al menos 42.000 usuarios frecuentes de la línea Zaragoza-Madrid que usasen los Bonocity. En el momento más caro de esta tarifa, un aragonés que estudiase o trabajase en Madrid, podía viajar cada fin de semana por 110 euros. El mismo recorrido supone ahora 280 euros.
Como diría una revista satírica "Esto es lo que hay, pero nosotros no hemos sido"
de las estulticias que se pueden llegar a decir (la última es la representante de una asociación que habla de cercanías de alta velocidad).
