por Estanislao » Sab Nov 26, 2005 6:15 pm
Génesis, un tren te puede pillar cuando menos te lo esperes con independencia de que seas la persona más experimentada del mundo, ferroviariamente hablando. Yo te podría contar numerosos casos en ese sentido.
Basta, que cruces las vías obcecado en cualquier preocupación, no vayas pensando en lo que estás haciendo, no mires a derecha e izquierda, y ya lo tienes: atropellado.
Hace años, era verano, un visitador que tenía que hacer trasbordo en una estación de madrugada, iba dormido, se despertó en la misma estación, ante la incertumbre de la parada y no saber si iba a arrancar o no, se bajo, sin fijarse que era por el otro lado dónde no había andén, pasó en ese momento un expreso y lo atropelló amputándole una pierna. Fue criticado por una persona, de que había que estar tonto para que te pase eso. Esa persona en la Navidad siguiente subió a despedir a su mujer y a su suegra a un Electrotrén que iban de viaje, empezó a arrancar y se apeó en marcha: muerto por amputación de ambos miembros inferiores y un brazo.
Un maquinista había sido jubilado en una de esas jubilaciones anticipadas poco regladas, pero tuvo que volver a trabajar por falta de días. Fue a cruzar las vías de la reserva y le arrolló un corte de material.
Así, he conocido cientos de historias y no creo exagerar.
Yo mismo, he sentido terror, cuando he cruzado las vías en momentos de preocupación y luego me he dado cuenta de que mi estado me había hecho olvidar el mirar a ambos lados al cruzar.
Cualquiera podemos sucumbir al tren.
Los trenes van a la velocidad de itinerario, sea la que sea, si tuviesen que pasar a esas velocidades de 30 o 50 tardarían más del doble de tiempo en llegar a su destino. Las administraciones ferroviarias deben implantar los sistemas necesarios para evitar estos accidentes (cerramientos, pasos superiores o inferiores, etc.), pero no siempre son respetados, por no decir en más de la mitad de las veces.
Me despido con la palabra saludos, pero no procede, Estanislao