Hola,
Fantito escribió:Esta mañana he ido a ver como había quedado la Estació de França, en Barcelona, antes de su reinauguración como estación terminal de los trenes Elipsos y....!Sorpresa!.... han instalado un Check-in en los tres accesos a los andenes y no dejan pasar a nadie que no tenga un billete válido para alguno de los trenes.
Señores, eso de los trenes acaba de terminar en este momento. Los trenes dejan de existir para la mayoría de ciudadanos. Un tren escondido es un tren que no existe.
En estos momentos me dispongo a escribir una carta de reclamación tanto a Renfe como a Adif, así como tantas cartas a los Periódicos como estos se editen en Barcelona.
Albert, eso mismo me ocurrió a mi en Zaragoza Delicias. La estación está tomada por los guardas de seguridad y no hay nadie de Renfe (a excepción del Jefe de Estación) que te deje pasar. Todo son "seguratas".
Y no te lo pierdas: en Zaragoza, si tienes billete sólo te dejan pasar al tren un rato antes de la salida del mismo y te vigilan si subes al tren o te das una vuelta por el andén. A mi me ocurrió lo que te explico en Zaragoza y eso que en ningún momento saqué la cámara de fotos. En todo momento, actué como un viajero normal: bajé al andén con mi billete y antes de subir al tren quise caminar un poco por el andén para ver de lejos al "Pato". Se me acercó un guardia de seguridad y me dijo que o subía al tren o subía al vestibulo de la estación.
Estube charlando con el guardia de seguridad, le expliqué buenamente mis intenciones y me dijo que cumplía órdenes de Renfe. Hablé con el responsable de Atención al Cliente y me dijo que no se trataba sólo de Renfe, sino de más arriba (orden ministerial). Y que esta política se iba a hacer extensiva a todo el estado (en las grandes estaciones).
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Por lo que veo, Est. de Francia es el primer ejemplo en Barcelona. Posiblemente ocurra lo mismo con Barcelona-Sants cuando estén las obras acabadas.
Volviendo al tema, en medio de la charla-discusión con el equipo de seguridad (se me presentaron allí varios agentes privados) apareció en el andén el interventor del tren al que yo supuestamente iba a subir con mi billete y el hombre salió en mi defensa. Cuando este habló, los de seguridad se callaron todos pero como cumplian órdenes me repitieron lo mismo.
El interventor explicó a todos que estaba harto de tanta política de empresa: según contaba los guardias de seguridad le conocían de cada día y siempre le pedían el carné de renfe para entrar a trabajar (o sea para poder subirse al tren al que iba a revisar billetes). Un día se dejó el carné en casa y el tren tuvo que salir media hora tarde porque a él no le dejaron subir al tren.
En Zaragoza, a cada tren que subes tienes que pasar por el scanner de metales. Ese día, el interventor y el responsable de atención al cliente me explicaron que muchos trenes con parada en Zaragoza también paran en estaciones donde no hay scanner ni tanta seguridad. Es decir, hay total libertad para subir al tren con un arma. Creo que más que seguridad se trata de una cuestión de puro marketing de masas.
Es triste que una empresa no confie ya ni en sus trabajadores (el interventor tuvo que conseguir autorización de sus superiores) y ponga exclusivamente "en manos privadas" la seguridad de toda una estación.
Albert, te aseguro que ese día se me quitó la afición a los trenes de golpe. Y te aseguro que esto se está convirtiendo en una lenta agonía: he llegado a pensar en olvidarme por completo del ferrocarril porque sé que el día que me toque hacerlo de verdad me va a costar más aún.
Saludos,