Moderador: Moderadores
El expreso de agosto se abriò paso entre nubes, vientos de agua, nevadas, algunos que se hicieron ricos y algunos en la pobresa y otros en la incertidumbre; y llegò a los tumbos a otra estaciòn, el simpàtico setiembre de la primavera. Se me ocurre que los dias que viajan encerrados en los meses se los puede comparar con un tren, pero es como que no existen las vias, èstas van apareciendo a medida que el tren avanza, como si surgieran desde las brumas y solamente van a estar ahì cuando la màquina aparesca resoplando, pidiendo rieles. A mi me apasionaban los trenes, debe ser por eso que asocio la idea de los dias y meses que transcurren con estaciones y señales de ferrocarril. Esto es un gran viaje en realidad y aunque a veces pareciera que uno no va a ninguna parte, el paisaje siempre cambia. Ayer ganò mi equipo de futbol; hoy se me terminò el dentìfrico; para mañana tengo planeado pagar una pequeña deuda y en uno de estos dias, segun el almanaque, comenzò otra estaciòn. No son grandes acontecimientos, pero son historias nuevas, seguro. Alguien me dijo que todo lo que voy a vivir es nuevo. Y es verdad; nunca hice este camino. La ruta va apareciendo a medida que avanzo. Es inùtil que tenga todo planeado o que me imagine que va a ser todo igual, lo mismo. Esta es la primera vez que llego acà. Me apasiona tambièn esto. A veces intuyo nada màs que brumas adelante y da un poco de miedo seguir y confiar que el camino va a estar ahì para cuando uno lo necesite. Pero es la vida; y mientras uno la tenga, se trata de esperar que despuès de un aliento venga el otro...y el siguiente, siempre, siempre...es uno nuevo. Como los dias, viò?. Pero a mi ya no me interesa adelantarme en nada en este viaje. Cuando era chico me gustaba pasearme por todo el tren, de punta a punta, curioseando por todos los vagones, observando a la gente y volvìa a mi asiento cuando agotaba todas las alternativas. Casi nunca estaba impaciente por llegar a donde hiba. El viaje en si era la aventura. Me gustaba el tren. Quizàs la meta tenìa su atractivo tambien y màs si era un lugar en donde nunca habìa estado. Pero no me querìa perder el trayecto de ninguna manera. Hoy siento lo mismo. Agosto, setiembre; invierno; primavera...son carteles...me puedo quedar còmodamente mirando el paisaje o caminar por los vagones descubriendo miradas.
Aquella vez, cuando fuì chico, me sentìa seguro arriba de tanto hierro, vista panoràmica y con la gente que conversaba, dormìa o comìa segun era la hora. Olores de gasoil; fricciòn de acero; yuyos silvestres en las mañanas de rocìo; cafè caliente y cada tanto el sonido inconfundible de la bocina potente y grave. Pequeños acontecimientos al igual que un dentìfrico que se termina o como el hecho de que ganò mi equipo o tambien la puntual historia de que comenzò septiembre. Pero hay algo que es importantìsimo.Estas pequeñas vivencias me suceden a mi, nada menos. Y otra cosa no menos importante: suceden hoy, aqui y ahora. Es mi viaje el que està aconteciendo. Y no me lo quiero perder. No importa cuando ni adonde llegue. Hoy estoy en este tren y aquel berretin de cuando era pibe aun funciona y me quiere regalar un boleto para viajar por todos los agostos y todos los septiembres...hasta que me tenga que bajar.
JUAN ROMERO
chanchosat
Asiduo
Registrado: 12 May 2005
Mensajes: 94
Ubicación: Villa Ballester Buenos Aires Argentina
Publicado: 15/10/2005 23:44 Asunto:
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HOLA, las tienen por un tema de seguridad para que si hay derrumbes en la zona de montaña las piedras no entren a la cabina.
Saludos
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Gracias Carlos Saúl Men(dez)por destruir Ferrocarriles Argentinos.
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