javierfl escribió:Sobre lo que indica Tramsoller, es un ejercicio interesante el que propone pero bastante inútil. Llamadme positivista, pero creo que lo más constructivo es acatar la ley en este caso. Claro que la ley coincide en lo esencial con mi visión del asunto, pero en cualquier caso, ahí está.
Saludos:
Javier.-
Javier, ¿porqué consideras inútil el recurso crítico que planteo? ¿es que acaso no ha sido este recurso utilizado reiteradamente por quien busca claridad y conocimiento? realmente me sorprende tu afirmación viniendo de alguien que conoce las reglas del juego, por su calidad de jurísta tengo entendido, y por tanto suficientemente conocedor en cuanto al tema de su extensión y también de sus límites.
Permitidme
Quizás me haya equivocado con el planteamiento de mi discurso y he desplazado mi exposición del problema hacia argumentos excesivamente alejados de una discusión habitual. Quizás por esa razón se interpretan mis palabras situandolas en un tono demasiado filosófico y de difícil comprensión.
Bien, ensayo una exposición más clara.
El asunto es sencillo a mi entender: vosotros, se entiende los que han manifestado la idea, decís reiteradamente que hay un príncipio básico, de acceptación y cumplimiento obligatorio, solo a partir del cual es posible entrar en debate.
El principio, o mejor la afirmación, entiendo que en pocas palabras es:
La voluntad del autor es un derecho adquirido que es de general cumplimiento para los que quieran participar de su obra.
Privadamente, sería aconsejable; Públicamente, de absoluto cumplimiento.
y se añade: que: la legislación vigente protege estos derechos y el cumplimiento de las obligaciones derivadas de ellos.
Poco más o menos eso es lo que estamos debatiendo hace rato, corregidme si me equivoco.
Yo manifiesto, si no antes, ahora claramente que no niego en modo alguno la veracidad, oportunidad ni conveniencia de esta afirmación, pero demando:
¿cuales son las razones, de práxis social, su realidad y extensión, los límites si los hubiera, la corriente de pensamiento inspiradora, en definitiva el princípio social, ahora sí, en el que se fundamenta esa adquisición de derechos.
Inciso: A veces ocurre que, ante la obviedad de las grandes afirmaciones lapidárias, se olvidan, por contingentes, las razones que las fundamentan, lo cual es a veces fruto de un verdadero desconocimiento.
Y también pregunto, ¿existe algún tipo de límite a esos derechos adquiridos? en todo caso, si son derechos entiendo que también deben estar acotados por alguna obligación.
Inciso:Quizás sea excesivamente simple y demagogico pero la dicotomía entre Autor=derechos, usuario=obligaciones, y ante la inexistencia de las razones que fundamentan esta estructura podría interpretarse en un sentido demasiado excluyente y gravoso.
La estructura establecida desde el fin del antiguo régimen, de la cual, en general, todos conocemos las razones, en nuestra mente colectiva parece más cercana a: probeedores=derechos y obligaciones, consumidores=derechos y obligaciones.
Entiendo no obstante que ante la fragilidad del freeware haya que buscar, encontrar y aplicar una estructura que garantice un mínimo de protección, evidentemente estoy deacuerdo.
Pero quizás sea excesiva, a la luz de lo que he expresado, como estructura de protección la apuntada más arriba. En todo caso expresar unas razones claras ayudaría sin duda a su acceptación
Entiendo que hasta el momento nádie ha dado una convincente respuesta a estas preguntas. Todo ha sido reiteración de la Afirmación de base que , vuelvo a decir, no niego de ningún modo y loables manifestaciones de adhesión.
De ahí mi intento por hacer ver, con argumentos quizás demasiado alejados de la realidad cotidiana pero que son perfectamente válidos para los entendedores, la necesidad se una visión crítica ante el asunto de conocer.
Bien, en definitiva, considero que discutir las particularidades, casos producidos, soluciones o cualquiera de las singularidades del tema es de suma importancia pero en cualquier caso posterior a la explicación detallada del princípio sobre el que se sustenta.
Decir que este es obvio, perdonad la reiteración, es una obviedad. la pregunta es, si es obvio, ¿porqué razón lo es?.