Bueno amigos trasandinos, espero que los sepan cuidar y les duren, aunque honestamente lo dudo...
De los "camellos" que llegaron a Chile hace tan sólo un par de años, ninguno, absolutamente ninguno está corriendo actualmente, al parecer el sistema de transmisión por ser mecánico y no hidráulico o diesel-eléctrico acarrea una multitud de problemas y malos ratos para ferrocarrileros y pasajeros.
Acá en Chile se está investigando a algunos personajes que compraron este material a sabiendas de que no durarían ni 2 años. Al parecer es verdad ese cliché gringo de que "cada hombre tiene su precio", no hay otra explicación para ello.
Se dejó indolentemente a una tercera parte de este país sin trenes y sin la ilusión de tenerlos tan sólo por la mala gestión de quienes dieron curso a estas compras, sordos a las enfáticas advertencias que las más de las veces manaron de los propios ferroaficionados españoles, como la mayoría de los que ahora me estan leyendo.
La investigación no va tras alguna negligencia en el aspecto técnico de la compra sino por la porfía en obviar advertencias patentes respecto a la calidad del material. Lamentablemente el sentido común indica que aquí debiera haber algún incentivo extra que permitió pasar por alto todas las muy bien fundadas recomendaciones. Y el sentido común rara vez se equivoca.
La investigación la está haciendo, y lo digo a forma de dato, ni más ni menos que una Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados de Chile, es decir, no es algo menor.
Espero que allende los andes los camellos escriban una historia distinta. No lo creo, tan sólo lo espero.
Saludos y perdón por el ladrillazo.