Ponfeblino escribió:Cuantos más trenes existan, más justificado estará el cambio de ancho, sobretodo si hay un porcentaje importante de trenes internacionales.
Hola:
Desde mi punto de vista, el cambio de la red a UIC debe ser uno de los primeros pasos a dar y no el último. Como ya decía antes, si primero se apuesta por incrementar el tráfico de mercancías y la cosa empieza a tener éxito nos encontraremos con que cuando queramos cambiar el ancho de la red los problemas habrán crecido notablemente:
-> Donde inicialmente había N ramales industriales a los que cambiar el ancho ahora habrá 3N.
-> Donde inicialmente había N terminales de clasificación ahora habrá N+3.
-> Cuando antes había que cambiarle el ancho a N vagones ahora habrá que cambiárselo a 10N.
-> Donde antes había N locomotoras a las que cambiarles los bogies (o a sustituir por nuevas) ahora habrá 10N.
-> En el supuesto de que el tráfico internacional creciera enormemente, cosa que dudo, habría que ampliar las terminales existentes en Portbou/Cerbere e Irún/Hendaye o bien crear nuevas. En cualquier caso serían obras que, una vez cambiado el ancho, no tendrían sentido y habrían supuesto un gasto inútil.
En resumen, cuanto más tráfico haya más costoso será el cambio y más molestias ocasionará.
Ponfeblino escribió:Nunca se hizo una autopista sobre un camino vacío.
El problema, no es que el "camino" esté más o menos lleno, sino que nunca podrá estarlo tanto como si fuera un "camino UIC", ya que el principal tráfico que soporta y soportará será sólo el local.
Que la configuración actual de la red, orientada sobre todo al tráfico de viajeros, y la mentalidad existente dificultan la expansión del transporte de mercancías, en general, es un hecho y las soluciones pueden ser, entre otras, las que comenta el presidente de Transfesa. Ahora bien, esa serie de mejoras, tal y como lo veo yo, contribuirán a aumentar principalmente el tráfico interno. Aunque con ellas se incremente algo el transporte internacional, el sobrecoste que supone cambiar el ancho de los vagones en las fronteras será el mismo que actualmente y seguirá siendo un elemento disuasorio de peso para las empresas. En cambio, si se empieza cambiando el ancho de la red ese problema desaparece por completo. Llegados a ese punto, los únicos problemas de importancia a los que debería enfrentarse el tráfico internacional son los mismos a los que ya se enfrentaba hasta entonces el tráfico local y las soluciones son las ya indicadas.
Como curiosidad, el otro día fui a hacer fotos a un tramo de la C4 sur de las cercanías de Barcelona desde el que también se ve la AP-2. Para ese día había grafiados 15 mercancías con destino o procedencia más allá de Cerbere. Mientras no pasaban trenes me entretenía contando los camiones ( cabina + semirremolque ) que pasaban llegando a contar más de novecientos por hora, de los cuales estoy seguro que una generosa porción tenían su origen o destino más allá de la Junquera ( a juzgar por las inscripciones ). Cuantos de estos pasarían a circular sobre raíles si, pese a mejorar la red, se tuviese que seguir cambiando el ancho de los vagones ( o cambiar de vagones ) en la frontera? No creo que muchos, ya que los precios del transporte seguirían siendo parecidos. Y si no se tuviera que cambiar el ancho?
Saludos