por Lizardo Sánchez » Jue Ago 17, 2006 2:22 am
A los dos trenes que he aludido en una intervención anterior, debería agregar otro mas, que aún existe y me es posible utilizar cada vez que viajo a Buenos Aires.
Es el del subte de la línea A. Metro para los forasteros. Esta línea, la mas antigua de las cinco existentes en esa ciudad, inició sus servicios en 1913. ¡Y los coches siguen siendo los mismos!
Si bien reformados hacia 1930, siguen con sus carrocerías y asientos de madera, iluminación por focos incandescentes sin tulipa alguna, como los viejos tranvías, puertas que el interesado debe abrir al llegar a las estaciones, ventanillas que se abren con una correa de cuero, y en mas de un caso con un techo que continúa la marcha unos milímtros mas allá del piso que ya ha frenado.
Veinte minutos para siete kilómetros de ruta, toda subterránea, a velocidad comercial de veinte kilómetros por hora. Ruta llena de olores a ozono, chiflidos de aire comprimido, crujidos de madera, apagoncitos de luz al tomar velocidad, se distinguen de lejos del resto de lo que se ve en materia de trenes o transporte urbano de pasajeros.
Lizardo Sánchez