por javierfl » Jue Oct 12, 2006 12:13 pm
Repasado el tema, me autocorrijo. Estanislao tiene toda la razón en su teoría, aunque luego Renfe no haya seguido el tema con exactitud, pero eso es otra historia realmente.
La denominación "ómnibus" (con acento esdrújulo y no agudo) es antigua y aparece ya en las compañías anteriores a Renfe.
Siguiendo a Wais (Explotación Técnica de Ferrocarriles, 1933, pp. 348 yss.)
"Los trenes de viajeros se pueden clasificar en dos grandes grupos: directos y ómnibus. Los primeros no paran más que en determinadas estaciones, y los segundos se detienen en todas. Como trenes directos de más categoría existen los trenes expresos y rápidos, que, en general, son una misma clase de tren. Los rápidos llevan en general algo más de velocidad que los expresos y son trenes más directos que unen centros determinados, con material de más lujo, y sin conducir correo. El número de paradas de unos y otros es variable, y depende de las circunstancias de la explotación. Algunos del extranjero hacen el recorrido completo entre el origen y el destino sin ninguna parada y de les suele llamar trenes block.
Entre los trenes ómnibus se cuentan lo que se llaman trenes-tranvías y los trenes ligeros, ambos propios de la explotación de las cercanías de las grandes poblaciones, lo que en Francia se llama trenes de banlieu. Puede haber trenes ómnibus que no sean sólo de banlieu, pero la longitud de su recorrido no suele ser muy grande.
En España se mantiene la categoría de trenes correo, pero la denominación no resulta hoy en día muy apropiada, porque el correo va también en los expresos y en los mixtos. Trenes correo llamamos a los de largo recorrido y bastante velocidad, que tienen parada generalmente en todas las estaciones para repartir correspondencia. Son por tanto trenes ómnibus, que a veces se convierten en trenes semidirectos, por suprimirles alguna parada y forzar la velocidad, dándoseles entonces la denominación de correo-exprés. El tren correo, donde esta denominación subsiste, es según esto, un intermedio entre tren directo y omnibús."
La exposición de Wais, sigue muy acertadamente la práctica real de los ferrocarriles españoles desde el XIX hasta bien entrados los setenta del XX y aclara el por qué de las denominaciones. Pienso que esas prácticas de organización y denominación de trenes son de origen francés esencialmente.
En definitiva, por tanto, un tren ómnibus en sentido amplio, es todo tren que para en todas las estaciones de su recorrido, y en sentido más estricto (conforme se usaba en guías e itinerarios) ómnibus es un tren que para en todas las estaciones que no recibiese otra denominación más específica como tranvía o ligero.
Las denominaciones de los trenes en España en guías de 1965, por ejemplo, eran las siguientes:
Cor. Tren correo
Exp. Tren expreso
Surex. Tren surexpreso
Cor. Exp. tren correo expreso
Ráp. Tren rápido
Omn. Tren ómnibus
Lig. Tren ligero
S.D. Tren semi-directo
Tranv. Tren tranvía
M.V. Mercancías Viajeros
Mix. Tren mixto.
Disc. Tren discrecional.
Reg. Tren regular
Esp. Tren especial
Aut. Automotor o autovía
Con las claves que ofrece Wais, resulta bastante sencillo saber porque cada tren recibía su denominación.
Hay que advertir que, a partir de la implantación de trenes singulares como los TAF, Talgo, Ferrobús y TAR (luego TER), estos nombres se añadían a los del tren de que se tratase. Así. por ejemplo, existieron los Rápido Automotor TAF (Rap. Aut. TAF en las guías).
Saludos:
Javier.-