Aunque no sea un tema que tenga que ver con la simulación, muy de soslayo, creo que puede ser interesante; me estoy refiriendo al tema del soporte sobre el que almacenamos las fotografías.
En breve espacio de tiempo hemos visto nacer, crecer y madurar a la fotografía digital. La velocidad de desarrollo de la tecnología que la ha hecho posible ha sido abrumadora, hasta el punto que a muchos les ha sido imposible seguir su evolución y comprender sus entresijos.
Está claro que una inmensa mayoría es totalmente desconocedora de los entresijos del funcionamiento de la tecnología electrónica que hace posible la fotografía digital, y en un principio, ni falta que les hace, simplemente con saber que cuantos más megapíxeles mejor que mejor y punto.
Comercialmente la fotografía digital ha sido un inmenso éxito, desapareciendo del mercado aquella fotografía en soporte químico en el segmento del consumer e incluso del prosumer. En el ámbito profesional, yo diría que la aceptación se divide en las necesidades y el porcentaje de aceptación podría ser de un 50%.
De estudios derivados de la cinematografía, se acepta que resoluciones espaciales comúnmente denominadas 2K ya son equiparables a un 35mm proyectado. Como bien sabemos la película estándar o de paso universal es igualmente de 35mm pero en apaisado.
Esto nos podría llevar a la conclusión que una imagen de 2048 x 1539 píxeles de resolución espacial es equiparable un 35mm de toda la vida. Nada más lejos de la realidad.
Pero dejando de lado comparaciones de resolución espacial, o incluso dinámica; la linearidad de una imagen digital no es ni de lejos una buena aproximación al rango dinámico logarítmico de cualquier imagen en soporte digital. Yo querría centrarme en una comparación que poca gente se ha hecho y no por ello resulta menos interesante: el soporte de conservación.
Con el proceso químico tenemos una experiencia que supera lárgamente los cien años y queda plenamente demostrado en los miles de archivos fotográficos que hay repartidos por todo el mundo. El soporte de negativo es un soporte que para un período de conservación de entre cincuenta y cien años es más que óptimo en referencia a la calidad que aporta. Pese a la degradación natural de las emulsiones fijadas en el celuloide, la pérdida de información queda plenamente justificada por la durabilidad.
Pero ¿y en digital? ¿sucede lo mismo?. Lo primero que se argumenta para defender el soporte físico en codificación digital es la no pérdida de información generacional, es decir la copia es réplica idéntica del original. Muy cierto.
Aunque... para empezar, se tendría que hacer un estudio en profundidad de la inmediata pérdida de información al grabar la realidad en codificación digital. El digital siempre, siempre, siempre implica compresión, es la idiosincrasia del digital. A ello hay que añadirle la durabilidad del soporte. ¿cuánto dura un CD o un DVD?
No quiero aburriros más de lo que ya he hecho comparando una y otra, yo propongo que contéis vuestras experiencias como aficionados o profesionales, incluso como profesionales relacionados con la conservación del patrimonio y el enfoque que se le quiere dar a dicho tema.
Personalmente todas aquellas fotografías que quiero guardar como archivo las realizo en soporte químico, sigo apostando por el negativo. Si embargo todas aquellas que simplemente me sirven de documentación, como por ejemplo para trabajar texturas de un modelo las hago sin dudar en digital, ya que me abarata costes en el workflow establecido.
Gracias y saludos.