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El tren con destino al Tíbet sufre el primer robo en el mismo mes de su inauguración
21/07/2006 | Actualizada a las 06:15h
Pekín. (EFE).- El primer tren al Tíbet, que es además el ferrocarril más alto del mundo, sufrió un robo tres días después de su inauguración, apenas unas horas más tarde de que el primer tren procedente de Pekín llegara a la estación de Lhasa (la capital tibetana), reveló hoy el diario "Beijing Morning Post".
Los ladrones, que fueron detenidos en una larga investigación que ha durado varias semanas, se apoderaron de centenares de metros de cable eléctrico, aunque al parecer este robo no afectó a los viajes de los trenes, pues no se han registrado grandes retrasos ni accidentes en las tres semanas que llevan en funcionamiento. La policía descarta que se trate de un sabotaje -grupos independentistas tibetanos en el exilio habían amenazado con ello- y optan por el móvil económico, ya que los cables están valorados en cientos de miles de yuanes. Además, los sospechosos son de la etnia han (la mayoritaria en el país), no de la tibetana.
A las 00:03 hora local de la madrugada del día 4 de julio, poco después de la llegada del primer tren procedente de Pekín, la policía de Lhasa descubrió en las vías del tren cercanas a tres individuos cortando cables próximos a la vía. Los tres delincuentes se habían agenciado ya unos 300 metros de línea eléctrica, que la policía valora en más de 400.000 yuanes (50.000 dólares, o 40.000 euros), aunque ellos y sus cómplices podrían haber sustraído más cable todavía en otros "golpes". El robo se estaba perpetrando en plena estación de ferrocarril de Lhasa, concretamente en el andén número 5, una moderna instalación que es, como el resto de la línea ferroviaria, presentada con orgullo por el Gobierno chino como un símbolo del progreso del Tíbet. La policía intentó detener a los ladrones, pero éstos, armados con cuchillos, se resistieron a la autoridad y dos de ellos lograron huir, por lo que sólo uno fue arrestado en el lugar del delito.
Tras ser interrogado, el detenido, que responde al nombre de Zhou Zhengtong, facilitó el nombre de sus dos compañeros y también el de otros cuatro implicados en la red de robos. La policía de la región tibetana designó un grupo especial de 20 efectivos para hacer frente a esta red de robos, y tras varios días de pesquisas logró detener a los otros seis implicados. Algunos de los ladrones fueron interceptados en la autopista entre Lhasa y Golmud (provincia de Qinghai), que discurre paralela a la línea de tren Qinghai-Tíbet, inaugurada el 1 de julio por el presidente chino, Hu Jintao.
Para prevenir robos de esta simbólica vía de tren, de más de 1.100 kilómetros de largo, las autoridades chinas han dispuesto guardias en cada uno o dos kilómetros de vía. Cada guardia vigila la vía de pie, en medio de la inmensa pradera tibetana, en la mayoría de las ocasiones completamente solo.
