por Fantito » Jue Abr 06, 2006 9:43 am
Mientras pillaba un descansillo en mis estudios, le he dado unas vueltas a eso de las articulaciones y os quiero hacer partícipes de mis reflexiones.
El problema de la tracción en las locomotoras de vapor es conjugar el peso adherente con la inscripción en curva, eso quiere decir que cuantos más ejes motores tenga la locomotora más peso adherente por lo que más esfuerzo de tracción tendrá y peor se inscribirá en una curva. La solución europea fue la de ir poniendo ejes motores, hasta 4 en las primeras épocas, sin ningún eje portante y para ello las ruedas tenían que tener llantas recrecidas y pestañas recortadas para que pudieran inscribir bien las curvas, el problema estaba que en las rectas esas locomotoras eran muy inestables.
En Estados Unidos de América desarrollaron varias soluciones para poder inscribir bien las locomotoras en curva, todas ellas incorporaban ejes portadores por lo tanto reducían el peso adherente y el esfuerzo de tracción. Soluciones que también llegaron en nuestro país como iré explicando.
La primera solución fue desarrollada en los talleres Baldwin y se trataba de un carretón giratorio o bogie. Esta carretón pivotaba sobre un quicio fijo, es decir giraba solo sobre un eje, esto provocaba que si bien el carro delantero se inscribía bien en las curvas, los ejes motores traseros quedaban "atravesados" o fuera de la tangente teórica y era imposible su marcha hacia atrás (años más tarde, Goicoechea aprovecho este principio para desarrollar sus Talgo), este solución se desechó rápidamente. En España hubo locomotoras con este principio como por ejemplo las 9-14 del Barcelona-Granollers o las 1-6 del Tudela-Bilbao.
La segunda solución fue desarrollada también en Estados Unidos de América y desarrolló en los talleres que después sería ALCO. Se trata del Avantrén tanto de 1 como de 2 ejes. el Avantrén era una pieza triangular que pivotaba sobre uno de sus vértices sobre un quicio montado en un travesaño del bastidor y que en el lado opuesto se montaba uno o dos ejes fijos. El avantrén disponía de unas resbaladeras donde quedaba apoyado el peso delantero de las locomotora, esas resbaladeras estaban inclinadas, recordando un tejadillo, de manera que cuando la locomotora entraba en curva, la parte delantera de la locomotora remontaba esas resbaladeras de manera que forzaba el centrado del avantrén. Hay que señalar que la distancia entre ejes de estos avantrenes era muy corta, menor que el ancho de vía, y en alguna ocasión descarrilaba y quedaba atravesado ante la locomotora. En España hubo locomotoras con avantrén en las compañías de Alar a Santander (Unas espectaculares 230T) y en la de Tudela -BIlbao (En este caso de 1 y 2 ejes en el avantrén)
La tercera solución y definitiva, también desarrollada por los antecesores de ALCO, fue la unión entre el carro giratorio y el avantrén, creando el bogie bisel. que en definitiva fue tan fácil como sustituir los ejes fijos del avantrén por un bogie giratorio y anular la inclinación de las resbaladeras. Un ejemplo de este tipo de locomotoras fueron las del Valls-Vilanova-Barcelona, las míticas Carolinas.
¡Por fin la autorización de rebase!