Había que echar 10 centimos (!) y si el tío que se pesaba no se daba cuenta, íbamos por detras y le metíamos el pie..., la cantidad de gente que se pegaba un susto al ver su peso
Alex, si mis viejos y cansados ojos no me hacen una mala pasada: puede ser que el color de los vagones no era tan rojo sino un poco más oscuro (o era suciedad?).
Gracias por tu maravilloso trabajo, me trae tantos recuerdos de la infancia...