Un par de reflexiones respecto a lo comentado en este hilo:
El sistema este de puntuación tiene un aspecto positivo y otro negativo. En lo positivo, el poder implementar un sistema de reglas que advierta del buen o mal uso que hacemos de nuestra locomotora para conseguir el objetivo de un escenario. En lo negativo, que haya usuarios tan sólo preocupados por aparecer en la primera posición de un ranking. A mi me gusta hacer sodokus, y tengo un sistema infalible: miro la solución y relleno el cuadro; pero este sistema no me divierte en absoluto. Cómo comenta Divi, hay usuarios interesados tan sólo en que al lado de su nombre haya una cantidad lo mayor posible de puntos, a costa de trampear lo que sea necesario. Para eso mejor que se instalen el cohete de trensim. Es un tema que suele tener correlación con la edad mental de los usuarios.
Al final, pensándolo bien los aspectos negativos de este sistema son excesivos para lo que aporta.
Por otro lado, tampoco me parece correcto demonizar la competición en si misma. La vida es competición, y en los ferrocarriles, que no olvidemos son empresas, la supervivencia del medio depende de la competición. Antaño era la competición entre compañías: cubrir un servicio más rápido, con más confort y menor precio que la competencia. En la actualidad donde el ferrocarril está monopolizado sigue la misma competencia entre medios: el ferrocarril contra la carretera o el avión.
Un servicio para un maquinista no es un paseo de recreo. Debe cumplir un objetivo a entera satisfacción de comodidad y horario, a pesar de los problemas que le puedan surgir. Nada de una paradita para echar un pitillo, recrearse en una puesta de sol, estirar las piernas o comer una manzana de ese árbol porque tiene muy buena pinta.
Y en este sentido, en la realidad que pretendemos simular (y digo simular que no jugar) dentro del propio ferrocarril se establece la competición entre tecnología: El vapor cedió ante la electrificación o la dieselización no porque no era viable, si no porque no era competitivo. Se podía realizar el mismo servicio en menor tiempo con una diésel porque ahorraba las paradas para repostar agua o para reponer el estado de la caldera, y minimizaba los problemas de acometer las rampas, amén de la mayor disponibilidad por el menor tiempo de parada por mantenimiento necesario. Y todo por un menor coste (TCO). Por eso este escenario me parece acertado. Un servicio una vez dieselizado podía haber reducido los tiempos de forma que volver a la tracción a vapor representase un esfuerzo difícil de asumir por ésta. Y ahí está la enseñanza del escenario.
Bueno, me perdonareis el ladrillo. Quizás solamente se trata de que hace ya mucho tiempo usé este mismo argumento en una actividad para MSTS con una Mikado, y me haya picado que no os guste
Un saludo
Pere