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Reestablecida la normalidad en el tráfico de trenes en Zaragoza
Operarios de COMSA y ADIF retiraron el puntal en 12 horas, pero para restablecer el tráfico hubo que quitar otro que resultó dañado. Zaragoza Alta Velocidad encarga un informe para saber las causas del desplome y un estudio sobre la seguridad de la estructura.
AGENCIAS/ C.V. Zaragoza | El tráfico de trenes por Zaragoza ha quedado restablecido con normalidad, después de que permaneciera desviado desde la madrugada del jueves al viernes por la rotura de una de las vigas de las obras para cubrir las vías del ferrocarril en esta ciudad, informaron fuentes de Renfe. La circulación por su trayecto y velocidad habitual se restableció a las 08.06 horas del sábado, una vez que la viga fue retirada y arreglada la electricidad y se comprobó el funcionamiento de los sistemas de seguridad.
El suceso afectó ayer a unos 35 trenes de Alta Velocidad, de larga distancia o regionales que tenían previsto su paso por la capital aragonesa, y a unos 5.000 viajeros.
El desplome de la viga, de cien toneladas fabricada por la empresa valenciana Prevalesa con 44 metros de longitud y dos de ancho, dejó cortada la conexión ferroviaria entre la capital aragonesa y Huesca y Barcelona durante toda la jornada. Las plataformas apenas sufrieron desperfectos, ya que la parte de la viga que tocó en tierra cayó entre las vías cuatro y cinco de alta velocidad. Los mayores daños se produjeron en la catenaria del AVE, que quedó inutilizada incluso en todos los andenes de la estación excepto en el de la vía 3.
Los operarios de COMSA y el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), ayudados por cuatro grandes grúas, lograron retirar el puntal sobre las 17 horas, tras unas doce horas de delicada labor, ya que uno de los mayores riesgos era dañar al resto de la estructura del cubrimiento con las maniobras. De inmediato, los trabajadores del ente ferroviario comenzaron a reparar los elementos afectados de vía y, sobre todo, de electrificación.
Informe sobre las causas
El director gerente de ZAV, José Luis Abad, quien se desplazó con rapidez al lugar del siniestro para informarse de primera mano sobre el accidente y atender a los medios de comunicación, manifestó que ya ha encargado " un informe a una empresa auditora externa" con el objetivo de delimitar las causas y responsabilidades del siniestro. A falta de un análisis más detenido, el origen del problema tiene dos hipótesis claras: o la viga tenía fallos en su fabricación o sufrió un mal transporte o un manejo y una instalación defectuosos.
Esta última posibilidad cuenta en su contra con el dato de que el puntal se rompió después de su colocación, no durante el proceso de montaje. Abad señaló que el tiempo discurrido entre la instalación y el desplome había sido de una media hora. Otras fuentes de la obra redujeron el lapso a quince o veinte minutos.
La viga que cedió era la tercera de las cuatro que hasta ese momento se habían instalado. Se trata de la séptima traviesa más larga de cuantas se van a colocar. Le ganan las otras seis que le preceden en dirección a la estación justo antes de que se duplique el sistema de pilares que las sustentan. La de mayor longitud, la primera de esas seis vigas (que se pueden apreciar en las fotos de la página de al lado), alcanza los 46 metros.
En cualquier caso, si se confirmase la tesis de un defecto de fabricación, habría que saludar el accidente de ayer como una auténtica suerte, ya que la rotura podría haberse producido en otro momento, con la circulación de los trenes abierta. Los trabajos del cubrimiento de vías se ejecutan durante la noche, sin tráfico.
Estudio de seguridad
La rotura de la viga va a obligar a revisar con detenimiento el estado de las que ya han sido instaladas y las que faltan por ser incorporadas a la estructura. José Luis Abad así lo manifestó ayer, ya que, según dijo, lo ocurrido con el puntal "no es normal" en este tipo de actuaciones.
Esa necesidad de despejar con rotundidad cualquier riesgo podría hacer recomendable postergar el restablecimiento de los trayectos afectados, aunque ello suponga mantener los inconvenientes del operativo de Renfe con trasbordos y desvío de convoyes por la circunvalación de alta velocidad y la Ronda Sur.
De momento, además de la viga retirada, COMSA tendrá que desmontar la que estaba situada a su costado, que resultó dañada por los extremos del puntal desplomado.
La operación es difícil, ya que el puntal quedó trabado por el que tiene al lado y un mal movimiento o una nueva rotura sería muy peligroso. Además, es muy probable que haya que modificar ligeramente la posición de las otras cinco vigas que ya se habían instalado en la zona más ancha del cubrimiento, ya que la presión ejercida en la caída de la viga alteró su colocación inicial.
