Hola de nuevo:
Me vienen algunos recuerdos de pequeñito, y eso que solo cuento con... "dias" faltan para los 24.
Todo lo que hoy son casas más o menos recientes alrededor de la playa de vías, no hace muchos años eran todavía instalaciones ferroviarias.
Uno de tantos ejemplos por la geografía ferroviaria española que han sufrido una especulación urbanística con terrenos públicos. Se supone que un terreno ferroviario que en la época de la construcción de la línea se obtuvo mediante el proceso de expropiación, vuelve a manos de su dueño original cuando ese terreno deja de tener el uso por el que fue expropiado.
En definitiva, en la parte norte de la playa de vías, la más cercana al centro de la ciudad, y lado en el que se encontraba el edificio de la estación original de la construcción de la línea, existe ahora una manzana llena de edificios, con una calle en paralelo a las vías. En esa zona, además de un patio adoquinado para trasiego de mercancías, se encontraban las instalaciones de la fábrica de aceites Elosúa, con apartadero propio. Un largo muelle de mercancías servido por la vía 6 (Que no tenía catenaria por ocupar su espacio el fin del tejado), unas grúas polipasto, gálibos, básculas y otros artilugios ocupaban el lugar. Incluso una caseta con un depósito de gasóil y el antiguo depósito municipal de la policía donde llevaban los coches de la grúa.
El último uso ferroviario que tuvo esa zona fue la descarga de las cuatro locomotoras 1300 que adquirió la MSP de segunda mano a Renfe, para su uso en la línea de Ponferrada a Villablino.
Pocos meses después de la llegada de la 1008, todas estas instalaciones fueron demolidas, y en su lugar construidos unos centenares de viviendas.
Luego se quejarán de que el tren hace ruido, cuando se acaban de comprar viviendas donde la ventana del dormitorio está a escasos 10 metros del lugar de estacionamiento de los trenes.
Por el otro lado, a la izquierda del edificio de la estación, un nuevo edificio de más de 8 plantas, así como uno de 3, han ocupado el espacio de una vía de topera que se usaba para el estacionamiento de dresinas, y el edificio de paquetería de "pequeña velocidad", en donde en 1994 nuestra Asociación organizó una exposición de maquetas ferroviarias.
La escena resulta patética: El edificio se introduce más de dos metros en el andén, resultando un andén de unos 3-4 metros de ancho, cuando en su zona central, bajo la marquesina, es de casi 6. Vamos, que desde la cocina se puede escupir (Perdón por lo basto) al techo de una 252.
Por el lado calle la cosa no es mejor: La casa se ha comido la acera, y una fila de aparcamientos. Máximo aprovechamiento a costa de la comodidad de viajeros y ciudadanos.
Resulta por tanto una estación enclaustrada entre viviendas a ras de vía, un Sants sin techo o un Chamartín con ventanas hacia los trenes, agobiante y asqueroso. La única moraleja son tres constructores con los bolsillos llenos, varios centenares de vecinos molestos por el ruido del tren, y una ciudad más víctima de los poderes de la especulación urbanística.
Sobre el material, en los ochenta eran omnipresentes las enormes 7700. El estrella de galicia lo llevaban las 250, los trenes ligeros las 269 verdes, y los pesadisimos las nuevas 251.
Para viajeros, las 440 azules, aunque se dejaba ver todavía algún Ter, las 435 reformadas y los camellos en colores originales. Yo no llegué a ver ni las suizas ni las 439 que circularon por esta zona.
Nostalgia dan los 303, que evolucionaban entre la estación y la zona de clasificación, hasta que Clasi dejó de funcionar, y los 303 fueron a la chatarra.
Ahora sólo nos visitan las 440 en sus distintas variantes, dos estrellas, un diurno y un cocacolo. Los mercantes, casi todos nocturnos, con las 251 y las 269, y de vez en cuando alguna 321 para trabajos de vía. Unas 30 circulaciones diarias con casi 20 nocturnas. Poco tren.
Muchas tardes pasé yo enfrente del mando local original del CTC de la línea, primero de Europa según las publicaciones, y alguna vez dando salida y entrada a los trenes girando sus botones y apretando otros.
Muchas tardes la estación llegaba a tal colapso que no había vías libres, y en algunas se amontonaban hasta dos trenes. En un momento quedaba vacía, puesto que se daban las salidas secuenciadas hacia ambos lados.
Ya cerca de los noventa tuvo lugar la renovación de las cuatro primeras vías de la estación, con traviesa monobloque polivalente. Por muchas tardes que me pasé viendo las obras, nunca coincidí con la bateadora, porque siempre la pasaban por las mañanas, que era cuando estaba en el colegio.
Asimismo, muchos foreros recordarán el sonido del motor eléctrico de las Femwick o como co.. sea. Sus viajes por la estación transportando las jaulas de quesos para montar en el paquexpres de la tarde son ahora ya recuerdos también.
Itero: Intentaré colgar alguna foto de 1997 en adelante, para comparar con las que envíen los compañeros de la actualidad.
Saludos.
Daniel Pérez Lanuza.
P.D.: Doncos:
http://www.doncos.com