En 1972 Renfe encarga a Fiat y Caf el desarrollo de un tren de cajas inclinables para poder aprovechar la pésima estructura ferroviaria y que permitiese elevar las velocidades en las curvas sin perjudicar la comodidad de loa pasajeros (recordemos que la basculación/pendulación solo se desarrolló para aumentar la comodidad de los pasajeros y nada tienen que ver con el peraltado de las curvas ni con las velocidades máximas admitidas por los peraltes). Fiat desarrolló el sistema de Basculación que se plasmó en el famoso "platanito". En 1973 Patentes Talgo desarrolla el Talgo Pendular y anuncia que con su sistema los Talgo podrían alcanzar la velocidad de 200 Km/h en las condiciones de la vía de los años 70. Una diferencia fundamental había entre la Basculación de Fiat y la Pendulación de Talgo. La Basculación inclinaba las cajas de los trenes hacia el centro de la curva provocando el desplazamiento del centro de gravedad, también, hacia el centro de la curva de manera que la fuerza centrífuga influenciase lo mínimo posible el trazado del tren en la curva, esto se conseguía mediante el uso de la neumática gobernada por giroscopios. La Pendulación de Talgo era mucho más simple. Se sujetaban las cajas por la parte superior y la misma fuerza centrífuga se encargaba de inclinar las cajas lo que hiciera falta, desplazando hacia el exterior de la curva tanto las cajas como los centros de gravedad. Las pruebas del primer talgo pendular se tuvieron que hacer en Francia, pues en España nadie pensaba que este sistema funcionase, y el primer viaje de un "Pendular" empezó en Poitiers. Pronto se vio que la pendulación no era la panacea y se tubo que limitar la pendulación a unos 6 grados pues había el peligro que los peraltes fueran insuficientes debido a que se desplazaba peligrosamente el centro de gravedad hacia el exterior de las curvas. Actualmente la Pendulación tiene las velocidades mucho más restringidas (Tipo B) que la Basculación que es Tipo C o D dependiendo de si es controlada por giroscopio o por GPRS.
Una vez más las soluciones aportadas a los vehículos ferroviarios convencionales superan a las soluciones aportadas a los Talgo.
Resumimos pues las cuatro deficiencias básicas de los Talgo que has sido perfectamente solucionadas por los vehículos convencionales:
Efecto Lazo/Lazo-especial-de-Talgo;
Repestañeo producido por excesos de guiado;
Necesidad de asistencia en la suspensión;
Pendulación que aleja el centro de gravedad peligrosamente.