SILVIA ANGULO - 12/09/2005
BARCELONA
El plan del triángulo ferroviario de sant Andreu creará en ocho años zonas verdes y oficinas
Los vecinos de la zona quieren más viviendas protegidas y menos oficinas
El plan prevé alzar una torre de 145 metros, prolongar la ronda Sant Martí y construir una zona verde paralela al paseo de la Verneda
La transformación del triángulo ferroviario, junto a la futura estación de la Sagrera, empieza a materializarse. El plan de mejora urbana de este espacio de 77.281m2 que está delimitado por la calle de Jaume Brossa, el paseo de la Verneda y las vías del tren se encuentra en exposición pública hasta fin de mes. Se trata de uno de los grandes proyectos que deben desarrollarse en Barcelona con motivo de la llegada del tren de alta velocidad y que, además de urbanizar una zona olvidada de la ciudad, donde se encuentran las cocheras de metro y de autobús de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), permitirá la construcción de una torre de oficinas de 145 metros de altura y el futuro Museu de la Mobilitat.
En el triángulo ferroviario se prevé invertir un total de 17 millones de euros con los que se podrá construir un nuevo vial que una la calle Jaume Brossa y el paseo de la Verneda, además de dar continuidad a la ronda de Sant Martí, que permanece cortada al llegar al triángulo ferroviario. Otra de las actuaciones recogidas en el plan es la de crear una zona verde paralela al paseo de la Verneda. Esta nueva área ajardinada servirá de conexión entre el gran parque que se construirá sobre la playa de vías y el futuro museo que se alzará al otro lado del triángulo.
Los principales propietarios del suelo son TMB -que cuenta en esa zona con una macrocochera de metro y autobus-, la Generalitat y Renfe. Precisamente, TMB ya ha asumido 13 millones de euros correspondientes a la creación de una gran losa para cubrir parte de las vías y sobre la que se ha construido la macrocochera y los edificios administrativos. La iniciativa del planeamiento es de la sociedad Barcelona Sagrera Alta Velocitat, de capital 100% público y que está participada por el Ministerio de Fomento, la Generalitat y el Ayuntamiento.
El plan prevé que en el vértice norte del triángulo y paralelo a la prolongación de la ronda Sant Martí se sitúe el edificio de oficinas que el arquitecto Frank O. Gehry -autor del Guggenheim- ha proyectado para esta zona y que promueve el Consorci de la Zona Franca, además de ubicarse el futuro Museu de la Mobilitat. La torre tendrá un máximo edificable de 80.000 m2, aunque el planeamiento establece que no contarán a efectos de edificabilidad los porches abiertos ni los patios. Los usos admitidos para el edificio serán terciarios, donde se incluyen los comerciales, sanitarios, recreativos, deportivos, religiosos y culturales, oficinas o usos industriales de primera y segunda categoría.
La torre estará recubierta de vidrio y metal y tendrá a sus pies el Museu de la Mobilitat, que ocupará una superficie de 12.000 metros cuadrados y dispondrá de una sala de proyección, una cafetería y una tienda. En el subsuelo se podrán construir tres plantas de aparcamiento para 756 vehículos. Así lo permite el planeamiento, que establece que tanto el suelo calificado para albergar parques y jardines como el de equipamientos comunitarios pueden construirse plantas subterráneas destinadas a aparcamiento y mantenimiento de autobuses y de equipo móvil ferroviario.
La propuesta del planeamiento pretende integrar este espacio a la ciudad mediante la supresión de las barreras ferroviarias perimetrales y la ubicación en su interior de actividades terciarias y equipamientos. Una solución que a los vecinos del entorno no agrada, ya que reclaman más vivienda social para el barrio y centros escolares o sanitarios, en lugar de la construcción del edificio de oficinas y del Museu de la Mobilitat.
Con todo, el proyecto urbanístico de Sagrera y su entorno, en el que se enmarca el plan de mejora urbana del triángulo ferroviario, prevé la construcción de vivienda libre y protegida. Los futuros pisos se construirán a un lado y al otro del paseo de Santa Coloma, y se espera que 500 de ellos sean de protección oficial.