Con estupor, rabia, dolor, pena, pero por sobre todo vergüenza me he encontrado hoy en la prensa de Chile con la noticia de que se estaría desmantelando la que según creo es la última locomotora E-28 que quedaba en un estado al menos reconocible. Dicha locomotora, la E-2803 permaneció durante largos años en la casa de máquinas de Barón en el puerto de Valparaíso y recientemente había sido trasladada a la actual estación terminal de Merval en Limache con motivo de los trabajos de remodelación del metro regional de Valparaíso.
Los amantes del ferrocarril en Chile y de su patrimonio histórico habían logrado con mucho esfuerzo y trabajo poner a punto esta locomotora de manera que pudiera lucir como en sus mejores años y lograron, incluso, ponerla en marcha y que volviera a correr por los rieles tal como lo hizo durante cerca de 50 años arrastrando trenes entre Santiago y Valparaíso.
La E-2803 había sido declarada monumento nacional y gozaba del cariño profundo de los que amamos el ferrocarril, sin embargo, y pese a aquello el deshuase de la máquina se está llevando a cabo a vista y paciencia de las indolentes autoridades que esperan vender sus partes componentes como fierro viejo al kilo y sacar un pequeño y pobre beneficio comercial.
Si, leyeron bien, como fierro viejo al kilo.
Me avergüenza enormemente tener que publicar estas nuevas, pero creo que es lo menos que se puede hacer para poner de manifiesto las atrocidades de estos imbéciles. (no se les puede llamar de otra forma)
Repo