Amigos:
Unas circunstancias acaecidas recientemente en mi vida personal, en gente a la que aprecio en demasia y a la que, lejos de recompensar su ayuda, poco menos que la he destrozado, me llevan a exponeros mi breve despedida.
La bomba atómica remolcó unos ochomiles verdes durante casi tres años, a veces a todo trapo, a veces en simple inercia, ahí ha estado poniendo un poquito de sal y pimienta a muchos datos, ideas, proyectos y, por que no, vertices, poligonos y texturas.
En el andén, una vez más, se repite el ritual. La gente se despide de sus seres queridos, los mas rezagados corren por él, y el factor, en su punta, vigilante debajo de su gorra, ya con el pito en la boca, al ver todo en orden escucha como el jefe de tren desde su vigia del furgon le dice "vámonos"... un corto y agudo pitido seguido de uno grave y prolongado, banderín el alto... y la señal de salida en vía libre.
La señal de Marche el Tren se ha presentado y el tren... se ha marchado.
Hasta la próxima, amigos. Ha sido un viaje maravilloso.
pizias.-